En Bolivia, la producción avícola en Cochabamba atraviesa uno de sus momentos más críticos en los últimos años. Los pequeños y medianos productores han lanzado una voz de alerta debido al grave retraso en la entrega de maíz subvencionado por parte de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos, EMAPA.
Esta situación, de no resolverse en el corto plazo, podría desencadenar un desabastecimiento de carne de pollo en los próximos dos meses, generando además un incremento significativo en su precio.
MAÍZ: INSUMO CLAVE PARA LA AVICULTURA
Para entender la magnitud del problema, es necesario comprender la importancia del maíz en la cadena de producción avícola. Un pollo de engorde requiere entre 3,8 y 4 kilos de maíz para alcanzar el peso adecuado para su comercialización.
De esta forma, cualquier variación en la disponibilidad o precio de este grano impacta de forma directa en los costos de producción y, por ende, en la oferta del producto final.
UNA CRISIS QUE SE PROFUNDIZA
Conforme a Marlon Álvarez, representante de la Asociación de Pequeños y Medianos Avicultores, ASMYPAD, la situación se ha vuelto insostenible en los últimos meses.
PRODUCTORES AL LÍMITE
Uno de los aspectos más preocupantes es que los pequeños y medianos productores no cuentan con reservas de maíz. A diferencia de las grandes empresas integradoras, que tienen almacenaje privado, los más chicos dependen completamente de lo que distribuye EMAPA. “Si no llega el maíz, trabajamos a pérdida”, afirman desde el sector avícola.
MEDIDAS DE PRESIÓN Y ADVERTENCIAS
Frente a este panorama, los productores han dado un ultimátum al Gobierno. Si no se garantiza la entrega de maíz, iniciarán medidas de presión. Estas incluyen marchas y posibles bloqueos en puntos estratégicos, como los centros de distribución de EMAPA. “Primero será una marcha, y si no hay solución, tomaremos otras medidas. No podemos seguir trabajando en condiciones de pérdida”, advirtió nuevamente Álvarez.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
De no solucionarse el problema en el corto plazo, el sector proyecta un escenario alarmante:
- Reducción de la oferta: Se estima que la producción avícola en Cochabamba podría caer hasta un 25%.
- Aumento de precios: El kilo de pollo, que actualmente se vende entre 15 y 17 bolivianos, podría superar los 20 bolivianos.
- Impacto en los consumidores: Esto representaría el mayor incremento en el precio del pollo en la última década.
- Desigualdad en la competencia: Los pequeños productores serían los más afectados y muchos podrían cerrar, mientras que las grandes empresas lograrían resistir gracias a sus reservas privadas.