El sector avícola dominicano exporta cada mes 65 millones de unidades hacia la mayor de las Antillas, tras el cierre del mercado haitiano en 2023. Empresarios temen que, si se pierde Cuba, se desplome la estabilidad alcanzada.
Los productores avícolas de República Dominicana llamaron este jueves a proteger las exportaciones de huevo hacia Cuba, que recibe en promedio 65 millones de unidades mensuales desde ese país.
De acuerdo con Pavel Concepción, presidente de la Asociación Dominicana de Avicultura (ADA), la industria vive un momento histórico, con un crecimiento del 15 % en la producción de huevos entre 2024 y 2025, lo que equivale a 390 millones de unidades mensuales.
También destacó que la producción de pollo de engorde subió de 20,5 millones a más de 22 millones de aves por mes, lo que refuerza la seguridad alimentaria del país y posiciona a República Dominicana como líder regional en exportación de proteína animal.
La actividad en Santiago de los Caballeros reunió a productores y técnicos nacionales e internacionales con el objetivo de reforzar la competitividad y la sostenibilidad sanitaria de la industria avícola.
Cuba también importa huevos de países como Colombia y Estados Unidos. Incluso, estos últimos se comercializan en las tiendas en divisas propiedad del estado y por las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
También las tiendas físicas y online en la isla venden huevos procedentes de Estados Unidos, aunque el régimen sostiene que el embargo estadounidense le impide comprar productos alimenticios básicos.
Según el análisis del economista cubano Pedro Monreal, la caída en la producción de huevos en Cuba desde la implementación del «ordenamiento» económico, en 2021, es más grave que la experimentada durante el crítico Período Especial de los años noventa.
En agosto, Monreal usó como referencia una publicación del portal oficialista Cuba debate para argumentar que el declive actual representa una de las expresiones más preocupantes de la inseguridad alimentaria que aqueja a la nación.
Monreal extendió su crítica al manejo informativo de la crisis, señalando la incoherencia de la prensa oficial al promocionar un supuesto «nuevo modelo de gestión» como solución.