Alerta por las aves en España: los incendios y la caza amenazan el futuro del 53% de las especies, que no están teniendo crías

Las aves en España enfrentan una crisis reproductiva sin precedentes: cada vez tienen menos crías. Según el último informe de SEO/Birdlife, apenas el 30% de las aves registradas en 2024 son juveniles. Esto refleja una temporada reproductora fallida y anticipa un escenario cada vez más complicado para la fauna avícola del país.

Más de la mitad de las especies de aves en España están en riesgo

El informe ‘El estado de las aves en España‘ revela que el 53,6% de las especies se encuentran amenazadas o podrían estarlo próximamente.

La situación se complica por múltiples factores que actúan simultáneamente sobre las poblaciones.

En primer lugar, los incendios forestales de 2024 arrasaron unas 400.000 hectáreas en el país.

De estas, 157.000 hectáreas correspondían a 83 Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (IBAS), afectando directamente a especies ya vulnerables.

Aves de España: los ganadores y perdedores del cambio ambiental

El abandono rural ha generado un aumento de masa forestal que beneficia a las aves de bosque.

El pinzón azul de Gran Canaria, que habita en pinares, también mejoró su categoría de amenaza gracias a estos esfuerzos de conservación.

Sin embargo, las aves de zonas agrarias muestran un declive del 40% desde 1998.

El impacto de la caza y la contaminación genética en las aves de España

La perdiz roja, especie nativa y vulnerable, sufre un fuerte declive en su población por la actividad cinegética.

Además, la liberación masiva anual de millones de ejemplares de granja, muchos híbridos con otras especies, amenaza su integridad genética y podría llevarla «a una posible extinción».

La codorniz común enfrenta una situación similar. Las sueltas de híbridos con la codorniz japonesa, calificada como «exótica invasora», dañan la diversidad genética local y comprometen su capacidad de adaptación.

El cormorán grande también aumenta sus poblaciones, especialmente en Extremadura.

En contraste, el cormorán moñudo no se recuperó todavía del desastre del Prestige de 2002 en Galicia y sufre graves impactos de las artes de pesca.

Las aves urbanas muestran tendencias positivas. Han logrado adaptarse a estos nuevos nichos ecológicos y sus poblaciones van en aumento, contrastando con el declive general de otras especies.

El pasado año se superaron los 37 millones de registros de aves en España a través de plataformas como eBird, posicionando al país entre los líderes mundiales en observación de aves.

 

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