La presencia de heces húmedas, el rápido tránsito del alimento, lesiones tempranas por coccidia, daños en la pigmentación y una condición intestinal deficiente son problemas más comunes de lo que se piensa en producciones intensivas. Estos factores no solo representan pérdidas económicas, sino también un deterioro en la calidad del producto final. Diversos elementos influyen en estas dificultades, como la calidad nutricional, las condiciones de manejo y el estado sanitario, lo que hace que su control total sea un reto complejo.

Sin embargo, al incorporar soluciones naturales de nuestra línea de integridad intestinal en la dieta del pollo amarillo, logramos una reducción de 22,4 pesos por kilogramo de alimento, lo que se traduce en un ahorro total de 91.381.427 pesos durante el ciclo en los pollos que consumieron el aditivo.

Además, observamos una mejora significativa en la pigmentación, con un incremento de entre 4 y 5 deltas en la medición del pigmento en los pollos en pie en comparación con la situación inicial. Esto resultó en menos quejas tanto por parte de las plantas de procesamiento como del departamento comercial, reduciendo las pérdidas por pollos con pigmentación insuficiente. Al suponer una mejora del 10% en el número de canales procesadas (300,000 aves), obtuvimos un ahorro de 75.000.000 pesos en costos de pigmentación (250 pesos por ave).

La mejora de la condición intestinal y el estado de las camas también redujo en un 50% los casos de lesiones en el cojinete plantar, lo que permitió optimizar el personal destinado a la limpieza de las patas, con un ahorro estimado de 6.000.000 pesos mensuales.

El suministro de eubióticos en el alimento tuvo un efecto modulador sobre los factores que influyen en la integridad intestinal, mejorando tanto la digestión y absorción de nutrientes como la calidad del pigmento. Esto, a su vez, disminuyó la incidencia de lesiones en pechuga y cojinetes plantares.

Como consumidores, cada vez somos más exigentes en cuanto a la presentación y calidad de los productos que adquirimos, lo que impulsa la búsqueda de alternativas más saludables en los procesos de producción.

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