El agua puede ser un vector de diversas enfermedades con impacto directo en los rendimientos de las operaciones avícolas. Aunque implementar un programa rentable para el manejo del agua puede parecer desafiante, constituye una prioridad para las compañías avícolas comprometidas con esta tarea. El consenso general es que estos programas generan un retorno significativo, mejorando la salud y optimizando la productividad de las aves.
Aquí presentamos cinco claves para el éxito en los programas de manejo de agua:
- Evaluar la gestión actual del agua e identificar oportunidades:
– Examina críticamente todos los aspectos del sistema, desde el suministro hasta los bebederos finales, para identificar posibles riesgos.
– Considera la fuente de agua, ya sea un pozo profundo, poco profundo, un reservorio abierto o suministrada desde otro lugar. Cada fuente tiene riesgos específicos que deben ser abordados.
- Conocer las condiciones del agua:
– Más allá de evaluar E. coli y coliformes, es crucial medir las bacterias aeróbicas totales (APC), un indicador claro de contaminación.
– Presta atención a contaminantes como hierro y manganeso, que pueden promover patógenos como E. coli, así como a elementos relacionados con la salud intestinal y problemas de consumo.
- Desarrollar un programa con suplementos:
– Considera la posibilidad de usar ácidos inorgánicos en lugar de ácidos orgánicos para reducir el pH del agua con alcalinidad elevada y pH superior a 8.
– Adapta el programa con suplementos según las características específicas del agua, como la necesidad de bicarbonato de sodio para aguas ácidas con baja capacidad de amortiguación.
- Incorporar opciones de saneamiento:
– Elije desinfectantes compatibles con el pH del agua o utiliza productos estabilizados para superar la pérdida de desinfectante en condiciones de bajo flujo o estancamiento del agua.
– En algunos casos, el control de enfermedades puede requerir el uso combinado de varios productos de saneamiento.
- Monitorear y adaptar:
– Aunque las pruebas anuales pueden ser impracticables, considera realizar pruebas periódicas para identificar tendencias en cambios en la calidad del agua, como inundaciones, sequías o actividades industriales cercanas.
Un enfoque integral en estas áreas fortalecerá el programa de manejo de agua, contribuyendo a la salud y rendimiento óptimo de las aves.