Cocina con seguridad: descubre por qué lavar el pollo crudo es un error

Contrario a la persistente creencia popular, lavar el pollo crudo antes de cocinarlo no solo es innecesario, sino que puede ser perjudicial para la seguridad alimentaria, según lo desaconseja el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

Este procedimiento no elimina las bacterias como Campylobacter y Salmonela que pueden estar presentes tanto en la superficie como en el interior del pollo, ya que el agua no puede penetrar lo suficiente para eliminarlas. De hecho, dependiendo de la fuerza del chorro de agua, puede provocar que estos microorganismos salpiquen, contaminando otras superficies de la cocina como el fregadero, la tabla de cortar y los utensilios, lo que se conoce como contaminación cruzada.

 

Aunque las bacterias en los alimentos se eliminan con la cocción adecuada, aquellos alimentos que no se cocinan, como la lechuga y otras verduras para ensalada, pueden quedar contaminados, lo que los hace peligrosos para el consumo.

 

Lavar el pollo aumenta el riesgo de que otras personas se enfermen, ya que aumenta la probabilidad de que los alimentos o utensilios que estuvieron en contacto con el agua o las superficies contaminadas transmitan enfermedades.

 

El pollo tiene naturalmente una superficie húmeda, por lo que lavarlo bajo agua puede eliminar esta característica y, en consecuencia, secarlo y afectar su textura, lo que disminuye su calidad.

 

Por lo tanto, en lugar de lavar el pollo, es mejor lavarse las manos con agua caliente y jabón durante al menos 20 segundos antes y después de manipularlo, siguiendo las recomendaciones del USDA para garantizar la seguridad alimentaria.

 

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