El 75 % de las granjas de producción de pollos y huevos está altamente tecnificada y sus procesos son automatizados. Esto ha permitido al sector un crecimiento sostenido en el tiempo, garantizando un abastecimiento suficiente a la población y precios estables para el productor.
Así lo afirmaron los directivos de la Asociación Dominicana de Avicultura (ADA), Pavel Concepción, presidente y Miguel Lajara al participar en el Encuentro Económico.
Explicaron que la tecnificación de la avicultura dominicana ha transformado por completo la manera de producir. Hace tres décadas, una persona podía atender unas 15,000 aves, encargándose de alimentarlas y cuidarlas manualmente. Hoy, esa misma persona es capaz de manejar hasta 100,000 pollos, gracias a que la alimentación, el suministro de agua y la calefacción se realizan de forma automática.
Y a nivel en las plantas de procesamiento, el cambio ha sido igualmente radical. Mientras hace 30 años el trabajo era en gran medida manual, hoy existen tres plantas totalmente automatizadas donde la línea robotizada se encarga del sacrificio, el desplume y la extracción de vísceras, interviniendo el personal solo cuando el pollo ya está frío. El resto de las plantas mantiene un sistema semi-automatizado, donde todavía se realizan labores manuales.
Resaltó que también la ciencia ha contribuido a elevar la eficiencia en la producción, afinando la nutrición del pollo con fórmulas que suministran exactamente lo que el animal necesita.
Concepción expuso que el reto principal de la avicultura dominicana es la dependencia de insumos importados como maíz y soya, materias primas que el país no produce y que encarecen los costos. Esto obliga a los productores a trabajar con altos niveles de eficiencia para transformar los granos en alimento a bajo costo.
El avance incluye también el mejoramiento genético, mediante cruces de razas como Hubbard, Ross y Cole en pollos, y Highline, Hendricks y Lohmann en gallinas ponedoras, con el objetivo de aumentar la productividad sin recurrir a modificaciones genéticas. Actualmente, la producción avícola se concentra en el Cibao y la provincia Santo Domingo y zonas como Yamasá, La Victoria y Monte Plata, además de aportes importantes desde San Cristóbal y otras localidades del país.