El Agua: Un elemento clave pero poco estimado en la nutrición avícola

El agua es esencial para la vida, pero a menudo se presta menos atención a su consumo que al de los alimentos. Nos enfocamos en la calidad, densidad y procesamiento del alimento balanceado, mientras que solemos subestimar el valor del agua porque aparentemente no cuesta «nada» o no aparece en los costos de alimentación.

Sin embargo, la alimentación y el agua están estrechamente relacionadas. Las aves suelen beber entre 1.6 y 2 veces el peso del alimento consumido. Si el acceso al agua es limitado, el consumo de alimento disminuye, y toda la actividad digestiva depende del agua. La mala calidad del agua puede reducir el aprovechamiento del alimento balanceado, incluso del mejor.

 

Es fundamental regresar a los aspectos básicos del agua. Existen varias maneras de utilizar el consumo de agua para ayudar a los pollitos recién nacidos a tener un buen comienzo.

 

Características de la calidad del agua

Minerales, agua dura y blanda, pH y alcalinidad

El contenido de minerales, el pH, la contaminación microbiana y la temperatura afectan la calidad y el consumo de agua. Las características de la calidad del agua incluyen pH, alcalinidad y dureza.

 

El pH mide la acidez, con un pH de 7 siendo neutro. Valores menores a 7 son ácidos, mientras que valores superiores son básicos o «alcalinos». La alcalinidad refleja la capacidad del agua para neutralizar ácidos sin cambiar el pH. La dureza del agua, el pH y la alcalinidad no siempre están directamente relacionados, pero generalmente el agua dura tiene un pH más alto.

 

El agua dura contiene más minerales como iones de calcio y magnesio, adquiridos al filtrarse a través de rocas. Por el contrario, el agua blanda tiene más iones de sodio. El problema del agua dura radica en los depósitos de cal y otros residuos minerales que obstruyen las tuberías, disminuyendo el flujo de agua y, por ende, su consumo y el consumo de alimento.

 

Minerales como magnesio, hierro, azufre, sodio y cobre en altas concentraciones pueden causar rechazo del agua por su sabor amargo o tener efectos laxantes, independientemente de si el agua es dura o blanda. Los niveles elevados de minerales pueden deberse a causas naturales o a la contaminación.

 

Recuentos bacterianos y biopelículas

Lo ideal es cero bacterias por mililitro de agua, aunque la contaminación es común. Las bacterias coliformes son una preocupación especial, ya que su presencia indica contaminación fecal.

 

Los biofilms o biopelículas resultan de colonias bacterianas que se adhieren a las paredes interiores de las tuberías de agua, formando una capa que atrae a otros microbios y patógenos. Las biopelículas pueden bloquear el sistema de suministro de agua y proteger a las bacterias de antibióticos y desinfectantes. Estas se desarrollan en áreas donde el agua se mueve lentamente o donde la temperatura es alta, como al final de las líneas de bebederos y cuando el agua permanece estancada antes del próximo uso.

 

Uso del agua para promover la salud intestinal

Hidratación del pollito recién nacido

El consumo temprano y suficiente de agua es crítico durante la primera semana de vida. No es raro que los pollitos lleguen deshidratados, requiriendo una solución inmediata. Los pollitos beben al nacer si tienen acceso a bebederos que dispensan agua limpia, a la temperatura adecuada y en flujos correctos. Luces llamativas y superficies que reflejen los bebederos también ayudan.

 

El agua y la salud intestinal

El tracto digestivo del pollito se desarrolla rápidamente durante la primera semana de vida. Promover la salud intestinal durante este período reduce la mortalidad temprana y mejora la eficiencia alimenticia. Un intestino sano tiene la mezcla correcta de microbios, enzimas y vellosidades intestinales saludables, ayudando en la defensa contra patógenos y el proceso digestivo. El medio en el que estos entes existen es el agua.

 

El crecimiento microbiano y la actividad enzimática digestiva son sensibles al pH. Los coliformes, incluyendo E. coli y Salmonella, prosperan en niveles de pH superiores a 7, mientras que las bacterias beneficiosas, como los lactobacilos, se desarrollan en condiciones más ácidas (pH inferior a 7). El pH varía a lo largo del tracto digestivo, siendo más bajo (~2) en el estómago y más alto en el intestino y el colon. Las aves necesitan mantener el pH intestinal adecuado desde el inicio, aunque las células intestinales aún se estén desarrollando. Una forma sencilla de ayudar es bajar el pH del agua que beben.

Amplíe la información aquí:

Temas relacionados

Aún no hay artículos relacionados
Abrir chat
1
Escanea el código
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?