En el contexto de la cría industrial de aves, es esencial llevar a cabo un control exhaustivo de todas las variables de manejo. Esto incluye la supervisión constante de la temperatura, la calidad del ambiente, la ventilación, la humedad y, por supuesto, el fotoperiodo.
El fotoperiodo se define como las horas de luz a las que están expuestas las aves durante un período de 24 horas. En la avicultura, el fotoperiodo desempeña un papel de gran relevancia, ya que influye en la actividad metabólica de las aves y, en consecuencia, tiene un impacto directo en los parámetros productivos, así como en la manifestación de ciertas alteraciones.
El manejo adecuado del fotoperiodo es esencial para optimizar la producción de aves en condiciones de cría industrial. Al controlar las horas de luz a las que se exponen las aves, se puede regular su ritmo biológico y fisiológico, lo que a su vez tiene efectos significativos en la producción y el bienestar de las aves.