El uso de antibióticos en la avicultura: Tendencias y futuro

La disminución o incluso la prohibición del uso de antibióticos en la industria avícola es un tema de gran relevancia que ha cobrado mayor atención recientemente. Diversos factores están contribuyendo a que esta cuestión sea cada vez más prominente, principalmente debido a las demandas de los consumidores que buscan una alimentación más saludable.

El uso indiscriminado de antibióticos en la producción avícola puede haber favorecido la aparición de bacterias resistentes, complicando el tratamiento médico en humanos. Para abordar esta problemática, las agroindustrias están adoptando tecnologías más sostenibles sin comprometer la calidad de los productos ni la rentabilidad, especialmente cuando apuntan a exportar a mercados exigentes como el europeo o a grandes cadenas multinacionales de supermercados y comida rápida, que son estrictos en cuanto a la presencia de residuos de antibióticos en la carne.

 

El incremento de la resistencia bacteriana a los antibióticos ha generado una alerta, llevando a los organismos reguladores a ser más estrictos con su uso en la alimentación animal, ya que los residuos de estos medicamentos en la carne pueden transferirse a los humanos.

 

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que la resistencia a los antimicrobianos causa la muerte de 700,000 personas anualmente en todo el mundo, y su uso masivo podría provocar hasta 10 millones de muertes para 2050. Este asunto también preocupa a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que predice que sin medidas efectivas, las superbacterias serán más mortales que el cáncer en 2050.

 

Desde 2006, los países de la Unión Europea no utilizan antibióticos como mejoradores del rendimiento en la nutrición animal. Además, debido a las relaciones de la Unión Europea con otros mercados importantes, estos también están restringiendo el consumo de productos de animales tratados con antibióticos. Por lo tanto, es esencial adaptarse a este nuevo modelo de producción.

 

La carne de pollo, baja en grasa, nutritiva y rica en proteínas, es considerada por los especialistas como fundamental para una alimentación saludable. Por ello, los productores deben prepararse para reducir el uso de antibióticos en sus granjas, teniendo en cuenta también el mercado interno.

 

En un principio, los productores pueden enfrentar dificultades para adaptarse a esta nueva realidad. Para facilitar esta transición, es crucial mejorar las prácticas de manejo y el ambiente de las granjas, utilizar equipos de alta tecnología y contar con programas de vacunación eficientes y de alta calidad. Esto ayudará a minimizar la necesidad de antibióticos.

 

Existen numerosas alternativas naturales en el mercado que pueden facilitar esta adaptación. Los investigadores están trabajando incansablemente para encontrar herramientas que no perjudiquen la salud humana, manteniendo la calidad y productividad de los productos de origen animal. En colaboración con empresas y universidades a nivel mundial, se están desarrollando estudios para encontrar soluciones naturales que sustituyan a los antibióticos.

 

Entre las investigaciones se destacan los probióticos, que son microorganismos beneficiosos que promueven un intestino saludable y el desarrollo de las aves; los prebióticos, que dificultan la proliferación de bacterias dañinas; y los minerales orgánicos, esenciales para el desarrollo general de los animales.

 

En un estudio reciente realizado por Alltech, se analizaron dos grupos de aves: uno alimentado con antibióticos y otro con soluciones naturales a base de levaduras, sin antibióticos. Los resultados mostraron que el segundo grupo tuvo un rendimiento similar al primero, con un aumento significativo de peso, mejor salud intestinal y menor tasa de mortalidad.

 

La incorporación de estas soluciones naturales en la dieta animal demuestra que es posible reducir el uso de antibióticos sin comprometer la calidad, sanidad, productividad ni rentabilidad del proceso.

 

Es crucial que los avicultores, al decidir no usar antibióticos como mejoradores del desempeño, realicen un análisis exhaustivo de todas las variables de su producción (ambiente, calidad del aire y agua, alimentación, programas de vacunación) y busquen el apoyo de profesionales técnicos para asegurar una transición exitosa y evitar problemas sanitarios en sus granjas. Estos resultados confirman que es posible disminuir el uso de antibióticos en la avicultura, con beneficios para la productividad.

 

Los hechos indican que no se trata solo de una tendencia de mercado, sino de un cambio inevitable que será cada vez más común en nuestra vida cotidiana. Los productores deben adaptarse a esta nueva realidad para ofrecer productos más competitivos tanto en el mercado interno como en el externo.

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