Los cambios tecnológicos y climáticos son una constante de la actualidad, y su impacto se hace evidente con noticias de calor extremo, sequías e incendios forestales provenientes de los países del hemisferio norte. Estos fenómenos climáticos, caracterizados por altas amplitudes de temperatura y humedad, presentan desafíos significativos en el manejo de la avicultura.
Las influencias de estos cambios climáticos afectan directamente aspectos cruciales en la producción avícola, como la alimentación, el consumo de agua, el estrés por calor, la ventilación y el confort ambiental de las aves. La variabilidad diaria de las condiciones climáticas según las estaciones complica aún más la gestión eficaz de estas variables.
Ante este escenario, es esencial preparar las estructuras y ajustar la gestión para mitigar las consecuencias del estrés calórico en las aves. Algunas medidas clave incluyen:
- Manejo de la alimentación: Es necesario adaptar las prácticas alimenticias para garantizar la nutrición adecuada de las aves durante periodos de estrés calórico. Esto puede incluir ajustes en la composición de la dieta y cambios en los horarios de alimentación para evitar las horas más calurosas del día.
- Consumo de agua: Asegurar un suministro adecuado de agua fresca es crucial. Durante periodos de calor extremo, las aves tienden a aumentar su consumo de agua para mantenerse hidratadas. Se deben revisar y ajustar los sistemas de suministro de agua para garantizar un acceso fácil y constante.
- Estrés por calor: Implementar medidas para reducir el estrés por calor es fundamental. Esto puede incluir la instalación de sistemas de enfriamiento, sombreado adecuado, y la gestión eficiente de la ventilación para mantener temperaturas confortables en los galpones.
- Ventilación y confort ambiental: Mejorar la ventilación de los galpones es esencial para mantener un ambiente óptimo. La instalación de sistemas de ventilación adecuados, junto con la monitorización regular de las condiciones ambientales, puede ayudar a minimizar los efectos adversos del calor.
En relación con los factores genéticos, es crucial reconocer que si bien las líneas genéticas de aves se seleccionan para un rendimiento zootécnico eficiente, también es necesario proporcionar condiciones que garanticen su bienestar térmico. Adaptar las prácticas de gestión a las necesidades específicas de las aves y su relación con el cambio climático se convierte en un enfoque clave para enfrentar estos desafíos emergentes en la avicultura.