El desarrollo corporal debe ser una prioridad durante la crianza de las pollitas para optimizar el rendimiento de las ponedoras y alcanzar hasta las 100 semanas de producción.
Según Xabier Arbe Ugalde, director general internacional de H&N, quien participó en la Conferencia PEAK 2024, “las empresas genéticas están destinando actualmente muchos recursos para extender el ciclo de producción de las ponedoras”.
Para alcanzar el peso corporal ideal, es esencial que los productores presten atención a diversos factores de manejo, como la nutrición, el espacio disponible en los comederos y la capacidad de consumo de alimento de las aves.
0-4 semanas
Durante las primeras cuatro semanas, es crucial que las pollitas desarrollen una considerable masa muscular para asegurar un adecuado crecimiento óseo. Ugalde recomendó que los productores incluyan materias primas fácilmente digeribles en la dieta y limiten el uso de subproductos.
El alimento desmenuzado puede acelerar el aumento de peso, aunque tiene un costo más elevado que el alimento en puré. Para equilibrar costos, se sugiere usar migajas en las primeras semanas, debido a la importancia de este período para el crecimiento corporal, y luego pasar a la alimentación en puré.
5-10 semanas
Entre las semanas cinco y diez, el consumo de alimento adquiere mayor relevancia, ya que las necesidades de las pollitas aumentan. Es importante que las aves aprendan a consumir los componentes más pequeños del alimento, conocidos como «finos», que son ricos en aminoácidos y otros nutrientes esenciales como sodio, potasio y proteínas para apoyar el crecimiento corporal.
«A menudo, las ponedoras prefieren las partículas más grandes del alimento», comentó Ugalde. Por ello, es clave entrenarlas desde la semana cinco para que consuman los finos, logrando que, hacia la semana seis, esto sea parte de su alimentación diaria. Este proceso puede resultar más desafiante en sistemas sin jaulas, donde las aves tienen mayor movilidad para elegir las partículas más grandes.
10-18 semanas
A partir de la décima semana, el peso corporal de las pollitas debe seguir en aumento, con un énfasis en la acumulación de grasa. Entre las semanas 11 y 16, los productores deben centrarse en preparar a las aves para la puesta, maximizando el consumo de alimento.
Una estrategia para aumentar la ingesta de alimento es incluir fibra en la dieta, incluso en pequeñas cantidades, como un 2%.
18+ semanas
A partir de las 18 semanas, las aves experimentan cambios significativos, como fluctuaciones hormonales y la proximidad a la madurez sexual, lo que incrementa sus necesidades nutricionales. Ugalde recomienda la incorporación de calcio en la dieta para mejorar la calidad del huevo antes de la primera puesta.
“El aumento adecuado de peso es una señal de que el programa de alimentación está siendo efectivo”, concluyó Ugalde.