Dos de las principales preocupaciones relacionadas con el sistema agroalimentario para la sociedad en general son la huella medioambiental y el bienestar animal. Con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática, establecido por la Unión Europea (UE) en el Green Deal o Pacto Verde, se han implementado numerosas estrategias para reducir el impacto medioambiental.
En el sector agropecuario, y más específicamente en avicultura, estas estrategias incluyen alternativas a los sistemas tradicionales de producción de huevos en jaulas, buscando también cumplir con los requisitos de bienestar animal. Sin embargo, este doble objetivo presenta desafíos, ya que las aves en sistemas alternativos se mueven más, requieren más energía y, en consecuencia, consumen más pienso que las ponedoras en jaulas, lo que aumenta la huella de carbono por huevo producido.
Entonces, ¿cómo lograr un equilibrio entre estos objetivos aparentemente contradictorios?
La huella de carbono, uno de los principales indicadores ambientales, mide las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en una explotación. Evaluarla implica identificar las diferentes fuentes de emisión, revelando que la mayoría de estas emisiones provienen de la alimentación (84%).
En un proceso de mejora continua, el siguiente paso después de medir la huella de carbono es mitigarla. Para ello, se identifican dos posibles estrategias:
- Mejorar la eficiencia productiva: Cuanto más eficientes sean los animales y mejor sea su rendimiento, menor será la intensidad de las emisiones y más sostenible será el producto final.
- Enfocarse en el pienso: Mitigar el impacto medioambiental mediante la selección de materias primas que generen una menor huella de carbono.
Comenzando por la primera estrategia, algunas opciones incluyen mejorar la calidad del huevo y la salud intestinal. En este sentido, el uso de aditivos en el pienso, como la suplementación con minerales traza orgánicos en forma de proteinatos (Bioplex®), puede contribuir a mejorar la productividad, la eficiencia alimentaria y la calidad del huevo, resultando en una reducción final de hasta el 2,5% en la intensidad de emisiones por masa de huevo.
Espero que esta versión sea de tu agrado. Si necesitas más ajustes o cambios, no dudes en decírmelo.
Imagen 1. Efecto de la alimentación con Bioplex® en ponedoras.
En el caso de la segunda opción, existen softwares de medición, como es el caso de Feeds EA, que incorporan en su sistema la información de hasta 600 ingredientes, lo que permite medir y reducir la huella de carbono asociada a los piensos. La complementación de esta optimización del pienso con el resto de las estrategias de mitigación mencionadas puede conducir a una huella de carbono baja, independientemente del sistema de producción (en jaula, ecológico, aviario o campero).