Factores que nos alteran la calidad interna y externa del huevo en las granjas.

El objetivo de una granja de reproductoras es obtener la mayor cantidad de huevos incubables de buena calidad para la producción de pollit@s de primera con eficiente desarrollo, inmunidad, ganancia de peso, etc…, aspectos donde puedan expresar lo mejor de su potencial genético.

Por lo tanto es importante conocer los factores que tienen influencia en la calidad del huevo, tales como: genética, salud del lote, nutrición, edad de las reproductoras, peso del huevo, almacenamiento, limpieza de la cáscara y por supuesto calidad interna y externa del huevo.

En cuanto a la calidad interna del huevo, se tiene en cuenta la frescura (edades de huevo tempranas al momento de la carga) la cual se puede evaluar midiendo la altura de la albúmina o clara (en unidades Haugh). La frescura se puede ver afectada por un almacenamiento incorrecto, con temperaturas y humedades inadecuadas, debido a que un almacenamiento con altas temperaturas o bajos porcentajes de humedad pueden acelerar la deshidratación, perdida de CO2 y aumento del PH del huevo provocando perdida de proteínas de la albumina o clara, la cual  pasa de presentar un aspecto blanquecino a cada vez más transparente y acuoso afectando finalmente la membrana vitelina y el embrión.

En lo relativo a la calidad externa del huevo, ésta hace referencia a la cáscara. Sus características dependerán especialmente de la correcta deposición de carbonato cálcico, que a su vez responde al tiempo de permanencia del mismo en el útero. Cuanto más temprano es puesto el huevo en el día mayor es la calidad de la cáscara, y cuanta más vieja es la gallina más tarde es la postura y más  delgada es esta cáscara; también temperaturas ambientales altas pueden provocar alteraciones en la deposición de carbonato cálcico por lo que se recomienda controlar las temperaturas de los galpones.

 

Entre los principales problemas por calidad de cascara tenemos:

    • Fisuras: Por cascaras demasiadas delgadas, exceso de presión dentro del huevo o golpes.

  • Huevos Reparados: son huevos que se rompen dentro del útero antes de la puesta y allí son reparados, con una cáscara que siempre resulta ser de menor resistencia. La incidencia de este problema se relaciona a menudo con situaciones de estrés para las gallinas.
  • Malformaciones de la cáscara y huevos en fárfara (sin cáscara): principalmente debido a deficiencia de calcio (Ca), fósforo (P) y vitamina D3).También pueden asociarse a problemas infecciosos como son la enfermedad de Newcastle, Bronquitis Infecciosa, Laringotraqueitis Infecciosa, Enfermedad Respiratoria Crónica (CRD), problemas entéricos y Síndrome de baja postura (EDS), además de situaciones extremas de estrés y tratamientos medicamentosos (nicarbacina y clortetraciclinas).

 

Estos huevos con cáscaras malformadas presentan un mayor riesgo de rotura y por lo tanto de contaminación, motivo por el que no son aptos para la incubación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Deficiencias de pigmentación en la cáscara: Asociada a estrés (por calor o manejo), problemas infecciosos virales, lotes viejos, exceso de vanadio en la dieta y tratamientos medicamentosos (sulfamidas y nicarbacina).

  • Huevos sucios: tienen más riesgo de contaminación, se recomienda recogerlos a menudo para así reducir la acumulación de suciedad en ellos; si después se realiza lavado y/o desinfección en húmedo hay que tener en cuenta que el agua debe estar ligeramente más caliente que el huevo para evitar que se producen fisuras ciegas por el choque térmico.

 

Los huevos con problemas en la cáscara se deshidratan más de lo debido durante la incubación, lo que repercute en la viabilidad del embrión y la calidad del pollito. Además, la falta de integridad de la cáscara supone también un mayor riesgo de contaminación del huevo, lo cual también compromete el desarrollo del embrión.

 

Por consiguiente es importante:

  1. Una correcta suplementación con carbonato cálcico (granito)
  2. Un buen manejo de recolección con una alta frecuencia de recogidas (continuas), buscando evitar golpes entre los huevos para minimizar presencia de fisuras, huevos sucios y deshidratación del huevo por altas temperaturas en el galpón.
  3. Priorizar la bioseguridad para disminuir los agentes contaminantes que pueden alterar la calidad externa del huevo.
  4. Un buen almacenamiento en cuartos fríos en granjas manejando temperaturas y humedades relativas indicadas.
  5. Disminuir al mínimo factores que puedan provocar estrés en las aves y por ende alteraciones en la calidad externa del huevo.

 

Escrito por:

Juan Pablo Villada Rodas.

Yeison Londoño.  Profesional en Entrenamiento.

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