El reciente incremento en los precios de los alimentos subraya la necesidad de contar con cadenas de suministro sólidas, resilientes y adaptables ante los desafíos del contexto económico global. En este panorama, la carne aviar se consolida como una fuente proteica esencial por su accesibilidad y capacidad de respuesta ante la demanda, mientras que los cereales ratifican su papel estratégico como insumos fundamentales para la alimentación humana y animal.
En abril de 2025, el índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se situó en 128,3 puntos, lo que representa un incremento del 1,0 % respecto a marzo. Este repunte fue impulsado principalmente por el aumento en los precios de los cereales, los productos lácteos y la carne, mientras que los aceites vegetales y el azúcar registraron descensos. A nivel interanual, el índice se ubicó un 7,6 % por encima del nivel observado en abril de 2024, aunque se mantiene un 19,9 % por debajo del máximo histórico alcanzado en marzo de 2022.
Aumento en el índice de precios de la carne: protagonismo aviar
El índice de precios de la carne alcanzó en abril un promedio de 121,6 puntos, lo que refleja un aumento mensual del 3,2 % y una variación interanual positiva del 4,3 %. Todas las categorías cárnicas experimentaron incrementos, siendo la carne porcina la que lideró el alza, especialmente en la Unión Europea, impulsada por la reactivación del comercio internacional desde Alemania. Le siguieron la carne de bovino y ovino, que respondieron a una combinación de elevada demanda global y oferta restringida.
En este contexto, la carne aviar mostró un incremento moderado pero relevante, particularmente en Brasil, donde la fuerte demanda internacional y una reducción temporal en el ritmo de procesamiento —derivada de festividades locales— limitaron los volúmenes exportables y presionaron al alza los precios. Gracias a su bajo costo relativo, ciclo productivo corto y alta aceptación global, la carne aviar se posiciona como un componente clave en el abastecimiento alimentario frente a escenarios de volatilidad.
Incremento en los precios de los cereales: impacto transversal en la cadena agroalimentaria
El índice de precios de los cereales se elevó a 111,0 puntos, lo que representa un aumento del 1,2 % respecto al mes anterior. Todos los principales cultivos registraron incrementos:
Trigo: el encarecimiento fue impulsado por una oferta exportable limitada en Rusia y un aumento de la demanda global, junto con la depreciación del dólar frente al euro, lo que elevó los precios internacionales.
Maíz: los precios se incrementaron debido a la reducción estacional de las reservas en Estados Unidos y modificaciones en las políticas arancelarias de importación, en particular en México.
Sorgo y cebada: se observaron alzas atribuibles a una oferta restringida y una mayor demanda en mercados estratégicos.
Arroz: registró una variación positiva del 0,8 %, derivada de una alta demanda de variedades aromáticas y del cierre del ciclo principal de cosecha en Vietnam, que redujo la disponibilidad inmediata.
Figura 1: Índice de precios de la carne de la FAO (2020-2025). Fuente: Con datos de la FAO.
Conclusión: hacia cadenas de suministro robustas y sostenibles
El comportamiento alcista en los precios de los alimentos básicos reafirma la necesidad de fortalecer las cadenas agroalimentarias en términos de eficiencia, capacidad de adaptación y sostenibilidad. La carne aviar emerge como una alternativa estratégica por su capacidad de ajuste ante la demanda y su relevancia nutricional. A su vez, el papel central de los cereales como insumo transversal en la cadena alimentaria exige atención prioritaria, debido a su incidencia directa en los costos de producción y la seguridad alimentaria global.