Desde hace más de 20 años, un grupo de científicos colombianos alertó sobre los cambios en el río Amazonas: su caudal comenzaba a desplazarse hacia el lado peruano, dejando en riesgo el acceso de Leticia al río. Hoy, esa advertencia se cumple, y las consecuencias son cada vez más visibles para esta ciudad amazónica. ¿Aún podemos hacer algo
Hasta hace unas semanas, quizá muchos no habían oído hablar de Santa Rosa. Esta isla, ubicada en medio del río Amazonas y que tiene casi 3.000 habitantes, cobró protagonismo debido a la discusión que estalló entre Colombia y Perú por su soberanía. Luego de que el Congreso del vecino país aprobara una ley para
crear el distrito de Santa Rosa de Loreto y así declararla territorio peruano, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia presentó “contundentes notas de protesta”.
El 7 de agosto, en una ceremonia que marcaba el inicio de su último año
en el poder, el presidente Gustavo Petro leyó una declaración con la que reafirmó su posición: “Debería haber un acuerdo común entre los dos gobiernos antes de definir si es colombiana o peruana”, sostuvo. El mandatario, además, había mencionado un asunto de fondo en esta polémica. En su cuenta de X, aseguró que la decisión de concebir Santa Rosa como un distrito de Perú “puede hacer desaparecer a Leticia como puerto amazónico”. ¿A qué se refería?
Aproximadamente 20 kilómetros arriba de Leticia se encuentran uno de esos estrechos, Nazareth, en el cual Duque y sus colegas han medido su profundidad y calculado su caudal a lo largo de los años. “En 1993, un estudio nuestro, de la sede Bogotá de la Universidad Nacional, indicó que el 70 % del volumen del agua que salía de Nazareth se iba por el brazo peruano y el otro 30 % transitaba por dos brazos colombianos que había en ese entonces”, recuerda el profesor. Esto comenzó a evidenciar que el flujo del río estaba disminuyendo en Colombia.
Así nace una isla
El profesor de la sede Palmira de la Unal explica que el flujo de agua está perdiendo más velocidad al pasar por Nazareth y estrellarse con las islas del lado colombiano. Esto, a su vez, está facilitando la sedimentación y generando que el río se dirija por el brazo derecho, el de Perú.
Para entenderlo mejor, la bióloga Silvia López, especialista regional para ecosistemas acuáticos continentales en WCS, hace una analogía. “Los ríos son como cintas transportadoras, que, además de agua, llevan energía y materia”, dice. “Mientras tengan fuerza, transportan estas cosas, pero cuando la pierden, las van soltando. En el caso del Amazonas, los sedimentos y materiales que vienen desde los Andes se van depositando en el fondo del río. Con el tiempo, esos sedimentos se acumulan y llegan a formarse bancos de arena que sobresalen de la superficie del agua”. Luego, como explica el profesor Duque, las plantas y los árboles empiezan a crecer sobre esos bancos, colonizándolos y formando así una isla. Esto fue lo que pasó con Santa Rosa, que comenzó a formarse alrededor de 1970.
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