Liderando Nuestra Vida

Vemos en lejanía de nuestra vida el liderazgo como una habilidad y don de Dios de algunas personas que sobresalen y logran reconocimiento de otras personas y sociedades, resultado del uso adecuado de herramientas propias de cada persona que lleva a marcar la diferencia y ser referencia para dirigir y tomar la rienda de un proyecto, trabajo o ideal en pro de una meta u objetivo, pero, ¿solo unas personas con super habilidades son líderes?, realmente a diario todos somos líderes, lideramos en nuestra vida cotidiana con el hacer de nuestros hogares, trabajo, estudio, entre otros momentos de nuestra vida, resaltemos algunas de las habilidades que tienen los lideres reconocidos, resaltamos:

 

Empatía, es la capacidad de entender y comprender el punto de vista, ideales, sentimientos de las otras personas como propios de cada individuo, sin dejar o perder el criterio propio o la objetividad de las cosas, incluye una visión de hechos y sentimientos o emociones, no olvidemos que el ser siente y es parte vital de cada uno, la mejor expresión común es “ponerse en los zapatos del otro”, literalmente, se presentan en las situaciones diarias con la experiencia de lo que siente o piensa las personas con quienes interactuamos a diario en cualquier situación o momento, los más empáticos, son los niños pequeños, quienes llegan a un lugar y entran en contacto con niños que no conocen y hacen un festín de juegos y rizas de la nada, haciendo de una experiencia desconocida un entorno familiar con aquellas personas que no conocían.

 

Comunicación, diariamente nos comunicamos e interactuamos con muchas personas, creemos y vemos en la comunicación una herramienta que se tiene y se maneja pero realmente no la usamos al 100% y de manera adecuada, en la interacción de la comunicación somos parte del mensaje en dos posiciones,

Emisor y Receptor, el Emisor es la persona que emite o envía el mensaje, cuya responsabilidad es crear un mensaje

que se entendible y comprendido de la manera y forma

adecuada por la otra persona o receptor, a quien le llega el mensaje, para ello, desarrolla estrategias en tono de voz, velocidad, acentuación de las palabras, entre otras, que son usadas para desarrollar el mensaje y emplea diferentes canales de emisión, hoy en día existen muchos canales de uso rutinario de diferente tipo, entre ellos tenemos; voz como llamadas,  conversaciones, notas de voz, radio; escritas como mensajes texto, whatsapp, periódicos, libros, revistas; visuales como televisión, videos, fotos como las redes sociales; entre muchos canales usados a diario con un importante rol  en la comunicación.

En la otra posición de la comunicación, nos ubicamos como Receptor, donde es nues

tra responsabilidad poner toda la atención y concentración para recibir y entender el mensaje, ello conlleva a tener la escucha activa y pensamientos enfocados en el mensaje recibido para dar una respuesta coherente al mensaje recibido, dando una respuesta o aceptación del mensaje.

 

Motivación, siendo una habilidad que puede sucumbir a diferentes situaciones diarias que genera variación que alienta o desalienta a seguir en la búsqueda de los objetivos, un estado propio del ser, un impulso interno capaz de activar las emociones, actitud y fortaleza para desarrollar y lograr nuestros objetivos y metas, acompañada de la energía y determinación al logro, superando las dificultades o sacrificios que conlleva el cumplimiento del logro.

La motivación proviene de la interacción interna del ser y los seres del entorno, generamos una automotivación constante desde nuestro nos pensamientos y la motivación externa por mensajes y acompañamiento de otras personas.

 

Disciplina, resultado de la interacción de tres habilidades que la componen, organización, planificación y puntualidad, estas habilidades generan rutinas diarias que generan comportamientos y actitudes para desarrollar las acciones adecuadas en función del logro de un objetivo, indiferente de las situaciones, permite el cumplimiento de estas acciones en el tiempo y momento planificado, sin sucumbir a las adversidades diarias, la disciplina interactúa con otras habilidades, aun cuando la motivación genera la actitud y fortaleza tiene la variabilidad que limita o cohíbe al ser, la disciplina es la constancia y determinación de llegar, ya que esta no es variable y constante, lleva al desarrollo y cambio de hábitos que aseguran llegar y cumplir con los objetivos y metas en los tiempos planeados.

 

 

Respeto, capacidad de valorar y aceptar las diferencias  propias de cada ser, resultado de un alto grado de tolerancia, valoración propia y del otro, siendo la esencia de la interacción social que permite la convivencia resultado de la interacción de dar y recibir respeto con el valor adecuado para cada uno, el respeto no es solo a la persona, se respeta las emociones, el tiempo, ideales, pensamientos propias y del otro, con una clara definición de los deberes y obligaciones como individuos de la sociedad.

 

En nuestra vida cotidiana, el uso de estas habilidades es constante, somos líderes innatos desde el nacimiento de nosotros mismos, el uso de estas habilidades propias nos lleva a generar las actitudes adecuadas para lograr nuestros sueños, ideales, objetivos. El trabajo constante y arduo en la mejora continua de estas herramientas permite desarrollarnos como líderes, líderes que marcan la diferencia y trasmitimos en nuestro hogar a los seres queridos. Como líderes innatos, todos nacemos con estas y otras habilidades propias del ser, aceptar y reconocerlas es el principio de aumentar nuestro liderazgo en el entorno social.

 

Escrito por: Manuel Boada, Director Línea Liviana

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