La fertilidad de los machos a lo largo de su vida productiva está influenciada por varios factores, siendo uno de los más importantes la gestión adecuada de su alimentación desde la etapa de levante hasta la producción. Es crucial programar correctamente la cantidad de alimento y garantizar su distribución uniforme en los comederos.
Errores en estos aspectos pueden resultar en la pérdida prematura de machos debido a una conformación deficiente, o en el descarte de machos con una conformación excesiva que impide un apareamiento efectivo. Cuando se trasladan los lotes a los galpones de producción, la correcta gestión de la alimentación de los machos adquiere una importancia fundamental.
Traslado de las aves a los galpones de producción:
Al llegar el momento de la fotoestimulación de los machos y hembras, se procede a trasladar las aves a los galpones de producción. Los machos son trasladados primero, seguidos de las hembras a la edad recomendada. Es fundamental que los galpones de producción estén preparados con antelación al traslado. Para los machos, se deben considerar los siguientes puntos:
– Garantizar el adecuado funcionamiento y la disponibilidad suficiente de bebederos.
– Establecer una zona específica para la alimentación de los machos, idealmente una área tipo «restaurante» para facilitar la gestión alimentaria.
– Asegurar que el número de comederos sea suficiente para alojar a todos los machos, proporcionando 20 cm de espacio por ave.
– Nivelar correctamente los comederos con respecto al piso a lo largo de toda la línea de alimentación.
– Suspender los comederos de las hembras a una altura adecuada para evitar el acceso de los machos.
Se recomienda trasladar a los machos al menos siete días antes que a las hembras para que puedan familiarizarse con las instalaciones y entrenarse adecuadamente en el uso de sus comederos.
Primer día de alimentación de los machos en el galpón de producción:
La primera alimentación de los machos en el galpón de producción es crítica. Considera los siguientes aspectos:
– Servir el alimento en comederos suspendidos a una altura que facilite al operario su labor, evitando que las aves vean el alimento y se estresen, aunque esto puede ser difícil de evitar.
– Distribuir el alimento uniformemente, asegurando una correcta disponibilidad en cada comedero.
– Tras servir el alimento, verificar que todos los comederos estén bien nivelados.
– El personal debe distribuirse en los corrales para asistir a los machos en el reconocimiento de sus comederos.
– Una vez que los comederos estén a la altura adecuada para que los machos accedan al alimento, se procederá a bajarlos. Algunas personas utilizan un silbato en este momento para que los machos asocien el sonido con la bajada de los comederos.
– Algunos machos reconocerán rápidamente el alimento y comenzarán a comer, pero otros pueden necesitar asistencia. Es esencial ayudar a los machos a ubicarse en sus comederos, especialmente durante los primeros tres días.
– Cuando los machos estén comiendo, se bajará la malla del área exclusiva de alimentación de los machos.
– Mientras los machos comen, se ajustará la altura de los comederos según sea necesario.
– Al finalizar la alimentación, se revisará el llenado de los buches de los machos, lo cual da una indicación de la uniformidad en el consumo del alimento.
Alimentación de los machos hasta la llegada de las hembras:
Después del traslado, los machos deben ser alimentados siguiendo los pasos descritos anteriormente. Continuar ajustando la altura y el espacio de los comederos es esencial para asegurar que todos los machos se alimenten diariamente. El apoyo del personal de la granja, que debe estar bien entrenado y consciente de la importancia de su labor, es crucial.
Alimentación de los machos cuando están junto con las hembras:
Una vez que machos y hembras están juntos en el galpón de producción, se debe continuar prestando la misma atención a la alimentación de los machos sin descuidar la de las hembras. A partir de este momento, se deben seguir los siguientes pasos:
– Asegurarse de que todos los comederos de hembras tengan rejillas discriminadoras para evitar que los machos roben alimento.
– Alimentar primero a las hembras y luego, sincronizando adecuadamente, bajar la línea de comederos de los machos.
– Una vez que las hembras se hayan distribuido en sus comederos, bajar los comederos de los machos.
– El personal debe asistir a los machos para que se ubiquen en sus comederos lo más rápidamente posible, evitando que se queden en la zona de alimentación de las hembras. Es recomendable alimentar galpón por galpón para asegurar una atención adecuada a ambos sexos.
– Una vez que los machos estén en sus comederos, se bajarán las mallas de los restaurantes para evitar que las hembras intenten robarles alimento, lo cual puede ocurrir en ocasiones, especialmente antes de que las gallinas comiencen su producción.
– Estas actividades deben realizarse hasta que se inicie la producción, generalmente entre las 24 y 25 semanas de edad.