Los bosques y áreas naturales protegidas son mucho más que paisajes verdes: proveen agua, purifican el aire, almacenan carbono y regulan el clima. Su papel es vital para el equilibrio ecológico y para sostener economías locales que dependen de recursos naturales. Sin embargo, protegerlos ya no es suficiente; es necesario demostrar con evidencia cómo su conservación impacta de forma positiva al planeta.
En ese sentido, la medición del impacto de los servicios ecosistémicos se vuelve una herramienta indispensable. Permite evaluar, comunicar y fortalecer la confianza entre empresas, comunidades y gobiernos, mostrando de forma transparente los beneficios del manejo forestal responsable.
El rol de los bosques en el equilibrio ambiental
Los bosques son uno de los mayores aliados del planeta frente al cambio climático. Actúan como pulmones naturales, capturando dióxido de carbono y liberando oxígeno. Además, regulan las lluvias, protegen los suelos de la erosión y conservan fuentes de agua dulce indispensables para la agricultura y el consumo humano.
En Colombia, donde los ecosistemas forestales abarcan más de la mitad del territorio, su papel es aún más determinante. Estas zonas sostienen la biodiversidad más rica de América del Sur y son el hogar de miles de comunidades que dependen directamente de sus recursos.
América Latina apuesta por medir el impacto
En la región existen más de 96 proyectos certificados bajo el esquema Impacto Verificado FSC, que abarcan más de 3,5 millones de hectáreas. La mitad de estos se encuentran en América Latina, una de las zonas con mayor riqueza biológica del planeta. Estos proyectos probaron que la gestión forestal sostenible puede coexistir con la conservación ambiental y el desarrollo local.
No obstante, aún hay desafíos pendientes. Las políticas públicas, los marcos regulatorios y los incentivos económicos deben avanzar al mismo ritmo que las iniciativas privadas. Sin un sistema de gobernanza sólido, los esfuerzos de conservación corren el riesgo de ser insuficientes frente a la magnitud de la crisis climática.

