La competencia por las fuentes de alimentos destinadas al consumo humano es uno de los desafíos más apremiantes en la actualidad para la industria de la nutrición animal. Esto plantea un gran reto: la búsqueda de insumos y aditivos que no solo mejoren la eficiencia de la producción, sino que también se alineen con los principios de sostenibilidad en nuestras operaciones.
En términos generales, la sostenibilidad implica la capacidad de satisfacer las necesidades presentes sin comprometer ni perjudicar a las futuras generaciones. Esto conlleva la responsabilidad de utilizar nuestros recursos de manera consciente y responsable. Es importante destacar que la sostenibilidad no es solo un tema que concierne a los productores y nutricionistas de alimentos balanceados, sino que también es de gran interés para los consumidores. Hoy en día, los consumidores están tomando decisiones de compra en función de cómo las prácticas de producción intensiva afectan al medio ambiente y a la salud pública.
En resumen, la industria de la nutrición animal se enfrenta a la necesidad de equilibrar la eficiencia de la producción con la responsabilidad ambiental y social, para asegurar que nuestras prácticas sean sostenibles y respetuosas tanto con las generaciones presentes como con las futuras.