La avicultura se ha consolidado en 605 municipios de Colombia, y su papel en la dieta de los hogares ha experimentado un cambio significativo debido al actual escenario inflacionario. El huevo se ha convertido en un sustituto tanto de proteínas como de cereales, evidenciando su relevancia en la alimentación. En 2023, se logró una producción destacada, con más de 16,8 millones de huevos y más de 1,9 millones de toneladas de carne de pollo. Para el próximo año, se espera un crecimiento del 1,7% en la producción avícola.
Gonzalo Moreno, presidente de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), señala que el sector avícola está intrínsecamente vinculado a la economía general. Cualquier perturbación en otros sectores económicos impacta directamente en los índices de producción avícola.
A pesar de los éxitos alcanzados en 2023, con una producción total de más de 2,8 millones de toneladas y alrededor de 1,000 millones de aves alojadas en granjas, los desafíos persistentes incluyen la seguridad, tanto física como jurídica, y las complicaciones en la movilidad. La avicultura, al movilizar más de un millón de toneladas mensuales entre insumos y productos terminados, enfrenta dificultades en este aspecto.
Moreno destaca el papel de Colombia como un ejemplo mundial en la contención de la influenza aviar gracias a las estrategias lideradas por la federación. La apertura de nuevos mercados es una expectativa, con el objetivo de posicionar la proteína del pollo en el segmento de comidas rápidas.
En términos proporcionales, el sector avícola tiene una relevancia significativa, siendo 14 veces el cultivo de café, cuatro veces el porcino, seis veces el plátano, dos veces el ganado bovino, 1.8 veces la palma, 3.4 veces el cultivo de caña de azúcar y 1.8 veces el cultivo de flor de corte. Esto posiciona a Colombia como un jugador clave en el segmento.
En cuanto a costos, Moreno destaca que el Índice de Precios al Productor (IPP) Aba cayó 3.3% en el año corrido hasta noviembre. Hace un año, se observaba un aumento del 28.1%, mientras que el índice de productos importados, maíz y frijol soya, se redujo en un 25.8% y 23.2% respectivamente.
En las perspectivas para 2024, Fernando Ávila, director del programa económico de Fenavi, anticipa una posible disminución de la inflación, aunque no se espera que baje por debajo del 8%. Las empresas están preparadas para afrontar el próximo año con costos de capital elevados, pero en un nivel menor que en 2023. En relación con la Tasa Representativa del Mercado (TRM), se espera una revaluación entre el 5% y el 10%. En cuanto a las materias primas, se proyecta una reducción del 3% en las cotizaciones a futuros de maíz amarillo y frijol soya.
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