Los últimos años han presentado desafíos significativos para las empresas dedicadas a la producción de aves de corral y cerdos en el mercado de alimentos balanceados. La volatilidad de los precios en los principales países productores de cereales, como Brasil y Estados Unidos, ha generado escenarios difíciles.
Esta situación adversa ha impactado especialmente a aquellos países que dependen en gran medida de la importación de los principales ingredientes para la producción de alimentos balanceados, como es el caso de México y la región Andina, que incluye a Ecuador, Chile, Perú y Colombia.
A continuación, se presentarán algunos datos sobre los precios de los ingredientes recopilados por Agri Stats en las Américas desde 2017 hasta 2023.
Mercado de Harina de Maíz y Soja
En 2017, el precio de la tonelada de maíz era de US$ 150, sin embargo, para julio de 2023, este cereal alcanzó un valor de US$ 250 por tonelada (Gráfico 1).
Gráfico 1. Precio promedio del maíz desde 2017 al 2023 en cuatro regiones de las Américas. Fuente Agri Stats.
El incremento de US$ 100 en seis años aumentó el costo del pollo vivo en 11 centavos por kilogramo para las empresas brasileñas. El efecto fue peor en aquellos países latinoamericanos dependientes de la importación, donde se observó un costo adicional del 17%.
Un patrón similar se observó con la harina de soja (Gráfico 2).
Gráfico 2. Precio promedio de la harina de soja desde 2017 al 2023 en cuatro regiones de las Américas. Fuente Agri Stats.
En un lapso de seis años, el costo de esta fuente de proteínas experimentó un aumento significativo de US$ 200 por tonelada. En 2017, su valor se situaba en US$ 311, pero para julio de 2023 alcanzó un récord histórico de US$ 511 por tonelada. Para los países importadores de la región, la harina de soja llegó a sus fábricas de alimentos balanceados a un precio de US$ 600 por tonelada.
Durante los años de precios récord para la harina de soja, el aceite de soja también registró su valor más alto en 2022 en esta serie de seis años. En respuesta a esta situación, los productores optaron por reducir el consumo de este ingrediente y utilizar más soja entera en la formulación de alimentos balanceados.